Pensé en ponerle como título "Sanación" pero luego me acordé que no es un ensayo. Llegué con Seva gracias a una amiga, en medio de una serie de eventos desafortunados. Por más que quería negarlo, el mundo estaba acabándose y Seva me ayudó a verlo. Ese tortuoso año 2020 que para mi comenzó el 27 de septiembre de 2019. Muertes disfrazadas de viajes, muertes disfrazadas de vida, muertes disfrazadas de sonrisas. Hubo un momento en que la muerte estaba tan presente que no me quedó de otra mas que aceptarla, Seva me ayudó a abrir los ojos y darme cuenta que todo estaba muriendo y ahí, me di cuenta del olor, del sabor, cómo se siente la muerte, estaba tan dentro de mi y yo no lo quería ver, era horrenda, dentro de mi soberbia promulgué que la pandemia era un regalo mío para el mundo, pues si mi mundo moría, el de todos moriría también.
El amor te ayuda a abrir los ojos dentro de la guerra, observar lo horrenda que es, pero también te da el valor para acercarte a ella, tocarla, hablar con ella, confrontarla, observarla, mirarla fijamente a los ojos, comprenderla y darte cuenta que no será para siempre, que es sólo una etapa. Te hace darte cuenta de que la muerte no existe en sí. Si le temes a le muerte le temes a una idea. Exactamente cuando morimos? Exactamente cuándo comenzamos a existir? Es ahí cuanod te das cuenta que existimos sólo como una idea.
Llegué a Seva gracias a una amiga llamada Rendición.